domingo

Muy señores míos, manifiesto que:



-No sabemos cuánto tiempo vamos a estar sintiendo el corazón en nuestro pecho latiendo, así que mientras siga palpitante, lo estimularemos con todo y cuanto tengamos a nuestro alcance.

 -Todas las cosas, por muy malas que sean, siempre tienen un aspecto positivo. Depende de nosotros encontrarlo y sólo lo descubriremos cuando verdaderamente queramos obtenerlo.

-Hay que seguir manteniendo la ilusión. La ilusión por volverse a enamorar, por volver a disfrutar con nuestro trabajo, la ilusión de creer que sí que podemos conseguir eso que tanto anhelamos.

 -Disfrutaremos de la vida con los cinco sentidos. Aprenderemos a cerrar los ojos y ejercitar nuestro sentido del tacto. Cierto es que, para mí, es uno de los sentidos más sugerentes.

-No caeremos en los mismos errores de siempre, y si caemos, que sea por mero recordatorio de que en algún mísero momento fue terrible, y de esta forma, ser conscientes del buen momento en el que ahora vivimos. Por simple comparación.

-Los días malos son días, horas, minutos y ya está. Luego pasan y se olvidan. No podemos estar toda la jornada repasando los fallos que hemos cometido ni ahogarnos en la espiral de nuestra desdicha. NO SIRVE DE NADA, o sí, sirve para peor.

-Hay que aprender a compartir, hay que saber entregar y, por supuesto, hay que aprender a recibir.

-Alabaremos la sinceridad y nos mostraremos siempre tal y como somos. No tal y como los demás pretenden que seamos. Las mentiras siempre caen por su propio peso y la falta de comunicación crea verdaderos desastres.

-Dejaremos de lado la pereza.

-Practicaremos el amor con mayor frecuencia y con un verdadera complicidad.

-Nos reiremos de aquellos que pretenden hacernos daño, ya sea con palabras o con hechos. No jugaremos en su mismo tablero, somos más inteligentes.

-Intentaremos hacer las cosas bien desde el principio.

-Pasaremos los domingos en la cama o paseando descubriendo nuevos rincones de la ciudad donde nunca antes habíamos estado, o durmiendo la siesta en el sofá.

-No dejaremos que las cosas estén en manos de la suerte.

Cometeremos locuras, muchas, variadas y extravagantes. Con un puntito infantil a poder ser.

-Seremos auténticos, prácticos, irreverentes y tiernos.

-Seremos siempre, sin importar el lugar, ni la fecha, ni la compañía.

-Amaremos las cosas pequeñas.